La eliminatoria entre el Breidablik islandés y el Lech Poznan polaco parece completamente sentenciada tras el aplastante 7-1 de la ida. El duelo de vuelta en Islandia no debería cambiar mucho el rumbo.
El equipo islandés vivió una pesadilla en Poznan. Encajó siete goles, sufrió una expulsión en el minuto 32 y concedió tres penaltis. El marcador fue tan abultado que la derrota no puede justificarse solo por la inferioridad numérica. En la ronda anterior había ilusionado al vencer 5-0 al Egnatia albanés, pero el salto de nivel entre su anterior rival y el Lech fue demasiado alto. Ahora, con el objetivo prácticamente inalcanzable, el Breidablik puede aspirar únicamente a una despedida digna.
Con un 7-1 a favor, el equipo polaco podría permitirse rotaciones. Incluso con un once alternativo, sigue siendo claramente superior. Lech ha tenido experiencia reciente en competiciones europeas de grupos, lo que le da un plus de seriedad y preparación. Aún sin buscar el resultado con la misma intensidad, su nivel debería bastar para evitar sorpresas, aunque quizá no veamos otra goleada.
El Lech jugará sin presión y es probable que el ritmo del partido sea más pausado. El Breidablik querrá evitar otra humillación. En ese contexto, lo más probable es un partido con menos goles que en la ida.
